logo

“VII Conferencia Internacional Literatura y Automóvil”

La Fundación Eduardo Barreiros, en colaboración con la  Fundación MAPFRE y la Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid, organizó del cinco al ocho de noviembre de 2012 su VII Conferencia Internacional. En esta edición, titulada ‘LITERATURA Y AUTOMÓVIL’, participaron autores y escritores del prestigio de Alfredo Bryce Echenique, James Ellroy, Eduardo Mendoza, Cees Nooteboom, Paul Theroux y Enrique Vila-Matas. Los encuentros fueron moderados por Juan Cruz, Manuel Rodríguez Rivero y Marta Sanz. 

Durante cuatro intensos días, en los distintos encuentros que se celebraron en estas jornadas, este grupo de escritores, periodistas y críticos analizaron las muy variadas representaciones del automóvil en las letras contemporáneas y debatieron acerca de esas relaciones y de su personal modo de enfrentarse con ellas en su producción literaria. 

La ministra de Fomento, Ana Pastor, y el escritor Alfredo Bryce Echenique inauguraron la VII Conferencia Internacional ‘LITERATURA Y AUTOMÓVIL’, el día 5 de noviembre.

Durante el acto, que estuvo presidido por Mariluz Barreiros, presidenta de la Fundación Eduardo Barreiros; por el presidente de Fundación MAPFRE, Alberto Manzano y por el director general del Instituto de la Cultura de Fundación MAPFRE, Pablo Jiménez Burillo, la ministra de Fomento, destacó que “algo mágico debe tener el automóvil para despertar el interés de pensadores como Ortega o para que tenga vida propia en la obra de tantos escritores como Cortázar, Delibes, Tom Wolf o Wenceslao Fernández Flores”. 

Ana Pastor aprovechó además su intervención para destacar algunas cifras del sector y concluir que “el proyecto del automóvil en España sigue teniendo futuro”, que nuestro país “es una potencia automovilística”, y que “las grandes marcas apuestan por España”. Pastor quiso recordar la figura como emprendedor de Eduardo Barreiros al señalar que “siguiendo su ejemplo, en este momento más que nunca, debemos tener perspectiva de que hay futuro y oportunidades”.

También rememoró a Eduardo Barreiros su hija Mariluz, que preside la Fundación que lleva su nombre. “Mi padre hizo de su vida un relato de novela. El estaría encantado de estar hoy aquí con nosotros como creador de sueños; como los contadores de historias y creadores de sueños que ya están aquí o que vendrán en estos días para participar en este ciclo de conferencias”.

La presidenta de la Fundación Eduardo Barreiros, Mariluz Barreiros, hizo durante su discurso algunas analogías entre literatura y automóvil para justificar el título de esta VII Conferencia Internacional. “El automóvil –dijo- nos traslada a nuevos mundos. La literatura también. El automóvil es una pasión para muchos. La literatura también. Por eso, en esta ocasión, hemos querido compartir ambas pasiones para dejarnos llevar, de la mano de los prestigiosos autores que forman parte de esta Séptima Conferencia Internacional, a explorar e imaginar esos nuevos mundos”.

Por su parte, el presidente de Fundación MAPFRE, Alberto Manzano, señaló que “la conferencia de este año tiene un especial atractivo porque no se puede entender el mundo moderno sin la automoción y el automóvil” y destacó que este ciclo de conferencias, servirá para recordar “la atención que la literatura ha prestado al auto y cómo éste ha sido fuente de inspiración”. 

El escritor Alfredo Bryce Echenique, que inauguró la VII Conferencia Internacional con una ponencia titulada “LA ESPOSA DEL REY DE LAS CURVAS”, evocó este relato suyo como ejemplo “de la importancia del motor en la literatura”. “Mi padre –nos explicó- tenía un automóvil igual que Alvarado, campeón peruano que dejaba tirado a Fangio en las curvas. Un día, mi madre fue a recogerme al colegio con el coche de Alvarado y dijo, confirmando mi versión, que era la esposa del rey de las curvas”.

El martes 6 de noviembre hubo una conversación entre los escritores Cees Nooteboom y Paul Theroux con Juan Cruz, bajo el epígrafe “DOS EN LA CARRETERA”.

Juan Cruz presentó a estos ilustres escritores como “dos grandes escritores, pero también nómadas del alma y de la literatura, y por tanto, escritores que llevan el viaje dentro.” 

El escritor Nooteboom comenzó su participación recordando unas palabras que figuran en KITÂB AL-ISFÂR (El libro de la Revelación y los Efectos del Viaje), un extenso relato de viajes del sabio árabe del siglo XII, Ibn ‘Arabi:«”El origen de la existencia es el movimiento. Esto significa que la inmovilidad no puede darse en la existencia, pues de ser esta inmóvil, regresaría a su origen: la nada. Por esta razón, el viaje no tiene fin, tanto en el mundo superior como en el mundo inferior.”  

A la pregunta de Juan Cruz a Paul Theroux sobre qué es el viaje, el escritor contestó que principalmente significa dejar tu hogar. Tan pronto como lo dejas estás viajando, porque dejas todo lo que te resulta familiar y todo se vuelve extraño.

Paul Theroux continúo su participación comentando que para él lo más importante en un viaje es la libertad, la liberación que se siente viajando. Y puedes viajar de formas muy diferentes: andando, en tren, en avión, en coche… El contraste está en que en unos casos te llevan y en otros el viaje está a tu cargo. Y esa es la gran diferencia. Cuando caminas o vas en tu coche, y por supuesto quizás en bicicleta, el poder ser independiente del resto de las personas, que pueden determinar tu ruta o camino, es, por encima de todo, el hecho más revolucionario.

Hablando sobre lo que significa la velocidad y las distancias en los viajes, Juan Cruz señaló que “la mentalidad desea el lugar, y el deseo convierte el lugar en próximo o lejano”. A lo que Cees Nooteboom contestó que le parecía un comentario muy interesante, ya que cuando conduces en un coche solo y en una distancia larga, debido a que estás encerrado en un marco metálico, separado del mundo pero dentro del mundo, entonces algo ocurre en tu mente que es mucho más de lo que puedes meditar, reflexionar. Entras en trance, como afirmó Paul Theroux a continuación.

El miércoles 7 de noviembre, Eduardo Mendoza y Enrique Vila-Matas, sentados alrededor de la mesa de debate titulada “EL COCHE FANTÁSTICO”, hablaron sobre las representaciones del automóvil en la literatura, en conversación con el escritor, crítico y editor Manuel Rodríguez Rivero.

Manuel Rodríguez planteó la conversación en base al coche, al automóvil y sus máscaras; “lo que significa y lo que encierra su utilización en las novelas. El coche no es aquí solamente un vehículo que sirve para que la gente se traslade de un sitio a otro, sino también un ámbito cerrado donde se materializan frustraciones, deseos, intereses, angustias… es decir, los mismos elementos de los que está compuesta la literatura.” 

Respecto al título de esta sesión, «El coche fantástico», Rodríguez Rivero pidió que “por favor, entiendan «fantástico» en el sentido de relativo a la fantasía, es decir, a la imaginación, nada que ver por supuesto con el coche fantástico de la famosa serie televisiva de los años 80. Aquella en la que un personaje, un investigador, Michael, se relacionaba de una manera casi sentimental, bueno, sentimental sin casi, con un automóvil que se llamaba Kitt, un automóvil fantástico del que era cómplice”. A colación de esta referencia, Eduardo Mendoza confirmó que le gustaban los coches, sobre todo los descapotables, y que de su estancia en EEUU descubrió que el coche en este País tiene otra dimensión. Hay una relación personal que se establece con el coche -como en el caso del coche fantástico de la serie de televisión- que les lleva a ponerle un nombre al coche, “que es algo extremadamente cursi, pero que en Estados Unidos yo creo que se hacía más que en Europa porque el coche estaba muy implicado en la vida cotidiana.” 

Ante la pregunta que planteó Manuel Rodríguez Rivero sobre si creían realmente que el coche es un motivo literario consistente, Enrique Vila-Matas contestó que a él le venía a la mente el Nabokov de Lolita, con todas sus paradas en los moteles, en las que el coche tiene importancia como -está sobre todo al final de la primera de las dos partes de la novela- “aquella en la que Humbert Humbert tiene que decirle a Lolita que suba al coche. Y para que suba le dice lo que ha ocurrido. Le dice, «es que tu madre ha muerto.» Y allí se acaba la primera parte. Y el coche tiene importancia en este sentido.”

Y recordaba Eduardo Mendoza que, como la literatura funciona tanto por inercia, le costó mucho incorporar al invento del coche. Y puso como ejemplo la obra de “En busca del tiempo perdido” de Proust en la que tiene que hablar del coche. “Hay un momento en el que… lo miran con un desdén aristocrático. Una señora, no recuerdo quién, una de las señoras que salen en la novela de Proust, dice que «es inadmisible este aparato porque no se ha diseñado un vestuario para poder ir en coche. Entonces ¿cómo voy a, cómo voy a… qué hago? ¿Cómo me subo yo a esto?» Y en otro momento, y esto ya es menos superficial y menos frívolo, dice una cosa interesante, que es que antes, uno llegaba a una ciudad en tren. Y el tren lo dejaba en las puertas de la ciudad y a partir de allí había que ir entrando poco a poco. Ahora, en el automóvil, uno entra, pum, y llega al centro. Esto es como si una persona llama a la puerta de una casa y se mete hasta el dormitorio. No puede ser. Le parecía el coche un invento que iba a trastocarle.”

Comentó Manuel Rodríguez Rivero que es muy distinto el desarrollo del coche en la literatura norteamericana que en la europea, incluido en Gran Bretaña. En Estados Unidos  el coche encaja muy bien con lo que se sabe de la mentalidad y del modo de vida americano: individualismo, gusto por la movilidad, gusto por cambiar de sitio, irse de un sitio a otro, el coche como vía de escape. Eduardo Mendoza reafirmó este comentario diciéndonos que el coche en Europa entra mucho más tarde en la vida cotidiana de las personas. Y durante mucho tiempo solo tienen acceso los ricos, “y entre los ricos los aristócratas, que por definición son extravagantes, por lo menos en la literatura. Y claro, yo creo que no es hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando en Europa el coche se convierte ya en un elemento cotidiano, e incluso la vida se concibe en función del coche. Nadie se plantea determinados trabajos, determinados lugares de residencia, de veraneo, si  no cuenta con un coche.”

La Clausura de la Conferencia tuvo lugar el jueves 8 de noviembre, y corrió a cargo de James Ellroy que, presentado por la escritora Marta Sanz, disertó sobre “EL AUTOMÓVIL EN LA NOVELA NEGRA”.

Marta Sanz realizó una presentación de James Ellroy a través de la lectura de sus libros, una interpretación muy personal de sus libros que le sirvió para contextualizar su obra, y a él como autor. “James Ellroy escribe historias de mirones y a la vez nos transforma a cada uno de nosotros en un mirón que lee con voracidad sus historias de policías, abogados, agentes federales, productores cinematográficos, actrices, plumillas, personajes corruptos. Somos el mirón que lee con voracidad, morbo y una inquietud de la que no se sale indemne, como el relato autobiográfico de Ellroy y también esas historias negras marcadas por el calambre de la propia vida.” 

James Ellroy nos hizo partícipe de su peculiar estilo: “A nosotros los Americanos nos gustan nuestros “carros”, grandes, atrevidos, de alta potencia, par motor total, con transmisiones manuales. No creemos en el consumo de gasolina bajo. Creemos en la velocidad y en alcanzar nuestro destino mucho antes que nosotros mismos.” 

«El coche es el producto final de la Revolución Industrial….Necesitábamos algo más anónimo que nos permitiera vivir exclusivamente dentro de nosotros mismos. Necesitábamos un medio de transporte que nos hiciera decir: “hombre, ya he llegado”…..Necesitábamos un transporte individual que dijera “yo soy el hombre”. El coche fue el producto de todo eso.»

Todas las Jornadas de esta VII Conferencia fueron retrasmitidas en directo por Internet.

 

Los vídeos de estas conferencias se encuentran en la siguiente dirección de Youtube:

http://www.youtube.com/channel/UCea6gz1IOE4IZTkSphbYNcw

 

 

Suscríbase a
nuestra newsletter.

Consiento el tratamiento de mis datos. FUNDACIÓN EDUARDO BARREIROS tratará sus datos con la finalidad de gestionar su solicitud. Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión, portabilidad, limitación y oposición, como le informamos en nuestra Política de Privacidad y Aviso Legal

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

The cookie settings on this website are set to "allow cookies" to give you the best browsing experience possible. If you continue to use this website without changing your cookie settings or you click "Accept" below then you are consenting to this.

Close