Eduardo Barreiros implantó en las distintas divisiones de la fábrica el “Buzón de sugerencias” para que todos los trabajadores, operarios o mecánicos que trabajaban a pie de máquina pudieran escribir lo que pensaran que podía mejorarse para conseguir el mayor rendimiento de la maquinaria. Muchos aportaron grandes ideas de mejoras, que se llevaron a la práctica, y por ello tenían una retribución.
Fue pionero también en los años 60, instalando en la fábrica de Villaverde una clínica con laboratorio de investigación y servicios médicos que incluían medicina general, aparato digestivo, pulmón y corazón, traumatología, radiología, laboratorio de análisis, consulta externa para familiares de los trabajadores, electromedicina, fisioterapia, quirófanos, hospitalización y enfermería, gimnasio de rehabilitación, ambulancias, seguridad e higiene, con un importante equipo de médicos de todas las especialidades y ATS.
También instaló comedores de empresa; economato para empleados; guardería y colegio para los hijos de los trabajadores; además de todas las relaciones y atenciones sociales de la empresa al trabajador. Sin olvidar bloques de viviendas construidos frente a la factoría, con facilidades de pago para todos los que trabajaban en la fábrica.
Todo esto es a lo que hoy se denomina Responsabilidad Social Corporativa, implantado como prioridad en las empresas hace relativamente pocos años. Eduardo Barreiros lo instauró hace más de 60 años.